Si la Copa de Eindhoven, fue la copa que nos cambió la vida. Esta es la copa de la reencarnación, necesitabamos esta copa, era nuestra, debiamos conseguirla para volver a la senda de la unidad, esa que por avatares del destino que teniamos escrito estuvo a punto de quebrarse en determinados momentos de la temporada,por influencias de entes casi siempre ajenos al sevillismo y al caldo de cultivo de los resultados negativos, afortunadamente la fe de Rodri con su gol en Almería y los de Diego Capel y Jesús Navas-también es casualidad que sean canteranos los tres ¿no?- Nos devolvieran en menos de una semana la ilusión a esta afición que mostró su fuerza real en Barcelona, en número considerablemente menor, pero que no se notó. Dicho todo lo cual, quiero mostraros graficamente un reportaje de la representación ubriqueña en el Camp Nou, antes durante y después del encuentro. Con un ¡¡¡Viva el Sevilla!!! quiero despedir esta breve crónica gráfica del encuentro.