«La peña sevillista de Puerto Real condecoró con su insignia de oro a Pep Martí en la noche del jueves, en un acto que fue presidido por el máximo mandatario de la Entidad nervionense, José María Del Nido, y en el que también estuvieron los consejeros Estanislao Asián y José Manuel Gamboa, el director deportivo, Monchi, un jugador de fútbol sala, Alfredo, y el Presidente de la Federación de Peñas, Ramón Somalo. El mallorquín fue objeto de homenaje por la regularidad mostrada en la temporada anterior y recibió toda clase de piropos, primero de los peñistas y luego del presidente hispalense, que afirmó que el mediocentro sevillista es su prototipo de jugador. Ante tantos halagos, el jugador no tuvo para los presentes más que palabras de agradecimiento, en las que dejó claro que se siente querido y valorado por la parroquia sevillista: Desde el primer día que llegue, me he sentido muy querido por todo el mundo y lo único que les puedo decir es que sigan apoyándonos de la misma manera que el año pasado, porque la verdad es que nosotros en el campo lo sentimos. Lucharemos con el mismo esfuerzo que el año pasado e intentaremos seguir sumando y creciendo hacia arriba, porque este equipo se lo merece. Sin duda, el mallorquín se ha hecho un hueco en la hinchada sevillista. Querido por todos, aunque por algunos más que otros. Uno de los que le tiene gran estima, es el presidente del Sevilla, que ante los más de cien peñistas allí congregados, lo puso en un altar, hasta el punto de llegar a afirmar sin reparos que si fuera futbolista le gustaría ser como el ex del Tenerife. La definición que Del Nido hizo del balear no tiene desperdicio y sintetiza el sentir de muchos sevillistas: Si yo fuera jugador de fútbol no quisiera ser ni un Ronaldo que marcara goles ni un Cañizares que los parara, ni tan siquiera un Paco Gallego (allí presente), que ha sido de los mejores jugadores que ha tenido el Sevilla en toda su historia. Querría representarme en Martí, es decir, en la casta, el coraje, el saber estar, el dar hasta la última gota de sudor de su cuerpo defendiendo la camiseta del Sevilla. Martí representa lo que los sevillistas queremos, jugadores que entreguen todo lo que tienen. Para ilustrar la definición, el presidente contó una anécdota del mediocentro hispalense: Cuando terminó el partido del Valencia, que no creo que haya un aficionado al fútbol que no diga que el Sevilla hizo uno de los mejores partidos que ha hecho en los últimos tiempos, jugándole al rival como no se esperaba el contrario que le iban a jugar, yo felicité a todos los jugadores y me acerqué a Martí. Le dije que como había podido en las dos últimas jugadas del partido correr de banda a banda, como si le fuera la vida en el empeño. Ese es Martí, el que se entrega 90 o 95 minutos de juego, como si le fuera la vida en cada jugada que disputara. Finalmente, Del Nido bromeó con el mallorquín: Nosotros sólo podemos pedirle a nuestros jugadores esfuerzo y a Martí hay que pedirle que gaste un poco menos, para que nos dure un poquito de tiempo, que si no se nos va a gastar pronto. Pero no sólo de Martí se habló en Puerto Real. En primer lugar, el presidente quiso recalcar el valor que tiene para la Entidad una peña a tanta de distancia. Una peña que cuenta con más de 300 socios y que mantiene vivo el sentimiento sevillista a más de cien kilómetros de la capital de Andalucía. Por ello, el dirigente hispalense reconoció el papel que juega en la comunidad sevillista la peña de la localidad gaditana y animó a sus componentes a que sigan trabajando por y para el Sevilla: Para el Sevilla FC tener una peña sevillista en Puerto Real no puede ser más que un orgullo, porque es fácil ser sevillista en Sevilla y es fácil ser sevillista cerca de Sevilla. En cambio, serlo de un pueblo de una provincia distinta, a más de cien kilómetros de distancia no es tan fácil y, sin lugar a dudas, tiene mucho más mérito que ser sevillista en Sevilla. En este sentido, quiero subrayar la necesidad de que se incorporen a esta peña las mujeres y los niños. Los niños, que son el futuro del Sevilla FC. Asimismo, Del Nido hizo balance y resumió en pocos minutos la evolución que ha experimentado el Sevilla FC, desde la última vez que visitó la peña gaditana, hace aproximadamente un año: Os acordareis que cuando vine aquí hace doce meses os dije que el Sevilla estaba en un plano ascendente y que la institución estaba dando los pasos necesarios para convertirse en una de las principales entidades de España. Pues bien, estamos creciendo a un ritmo vertiginoso y hoy ya podemos decir que estamos entre los mejores, que estamos donde queremos y debemos estar. Para aportar fiabilidad a sus palabras, el máximo mandatario nervionense tiró de datos y concluyó con una frase casi lapidaria: Tenemos una afición que está respondiendo como jamás ha respondido. En tan sólo dos temporadas hemos pasado de 25.600 abonados a 35.600. Estamos presentes institucionalmente en todos los actos que se pueden celebrar. Hicimos la presentación de los actos del Centenario, un año antes de que se cumpliera el mismo, cosa que no han hecho ninguno de los otros clubes anteriores. En esa presentación, fuimos el foco de atención informativa de toda España. Algo tendrá el agua cuando la bendicen, sin lugar a duda alguna». A pesar de todo, el dirigente hispalense hizo un llamamiento para contener la euforia, aunque vaticinó tiempos de gloria: No hay que lanzar las campanas al vuelo, pero sí hay que disfrutar, porque estamos donde estamos, porque hasta ahora nos lo hemos merecido. No dudéis que desde la Entidad se van a poner los pasos adecuados para seguir creciendo y que vamos a mejorar lo que hicimos la campaña pasada, porque se avecinan tiempos de disfrute. En el Centenario vamos a hacer cosas que no ha hecho nadie y que nos va a hacer sentirnos orgullosos. El Centenario va a ser el trampolín del Sevilla en sus segundos cien años, que empezarán dentro de dos temporadas».