Poco después de las once de la noche del pasado domingo, un clamor de satisfacción llenó el Paseo del Prado. Atrás quedaban muchos años de desengaños y sufrimientos motivado por el amor a unos colores, por el sentimiento blanquirrojo tan arraigado en este rincón de la sierra gaditana, clamor que se unía a las decenas de miles de aficionados, entre ellos muchos paisanos nuestros, que a esa misma hora celebraban el retorno de nuestro querido SEVILLA FÚTBOL CLUB al lugar que por historia y tradición le corresponde dentro del fútbol patrio. No fue un partido bonito. Bronco, áspero, con unos navarros que parecían estar jugándose la propia existencia del Club, hasta que ese morenito, invención de Caparrós y Monchi, nos trasladó hasta las mismas puertas de la Gloria. ¡¡¡GOOOL…!!! de Baptista. La PEÑA, y digo bien, la PEÑA con mayúsculas saltó al unísono, con una exclamación de júbilo que se elevó hasta lo más alto de los riscos de nuestra Serranía. Gol del Sevilla Fútbol Club. Y de ahí al pitido final, nervios, rostros ansiosos, indignación por las marrullerías de los pamplonicas y el espectáculo bochornoso de la tangana final. Por cierto, una vez más nuestro capitán fue víctima de su fama. Además de ser agredido, fue otra vez expulsado. Pero nada de eso importaba ya. «Pablo Alfaro es nuestro líder». Final del partido. Nuevamente los chicos de Nervión pasearán el escudo del SEVILLA FÚTBOL CLUB por los campos de Europa. ¡Cuánta angustia y sinsabores por fin liberados! La Peña estalló con un grito de SEVILLA, SEVILLA. Atrás quedaban años de penurias deportivas y económicas. Pero no hay mal que por bien no venga. El SEVILLA, nuestro SEVILLA, mi SEVILLA ha renacido de sus cenizas como el Ave Fénix. Caras de satisfacción, abrazos, gritos, hermanamiento y complicidad entre todos los buenos sevillistas que abarrotaban la sede de la PEÑA. Taponazos al aire del espumoso cava simbolizando el corazón blanquirrojo ubriqueño, saltando de gozo, y en la calle una traca impresionante anunciando a los cuatro puntos cardinales de nuestro pueblo que en Ubrique: ¡¡SE NOTA, SE SIENTE, EL SEVILLA ESTÁ PRESENTE!! Pero todo esto ya es historia. Feliz, emocionante, pero historia. Ahora nos queda confiar que los capitanes de la nave sevillista sigan con rumbo firme, hasta desembarcar el año que viene en el Centenario de nuestro amado Club, haciendo que este logro no sea más que un preludio de la llegada de tiempos mejores cargados de éxitos, tanto para el Club de nuestros amores como para nuestra querida Peña, referente sin duda en todos los sentidos de la vertebración social de nuestra población. Desde mi puesto de responsabilidad, mi más sincera ¡¡ENHORABUENA!! a toda la familia sevillista. Que se sientan aún más orgullosos de lucir esos colores blanquirrojos, transmitidos por generaciones de padres a hijos, y que como siempre, sepamos ser tan generosos en la victoria como orgullosos en las derrotas. Y citarlos una vez más, para darnos ese efusivo abrazo entre todos nosotros, para el próximo almuerzo campestre del próximo sábado, día 5 de Junio. Gracias a todos ellos, y una vez más, ¡¡ENHORABUENA!!. ¡¡VIVA EL SEVILLA FÚTBOL CLUB!!